Ayuntamiento de Vic
Callejuela estrecha
Templo Romano
Estatua extraña que me hizo gracia y de la cuál no sé el nombre
Catedral de San Pedro
Pont de Queralt
Cuando llegó la hora de papear, consultamos la guía de restaurante y nos acercamos a los que más nos llamaba la atención. Finalmente, nos decidimos por el Rebost del Canonge, un local encantador con una entrada discreta, que se encuentra en una estrecha calle, cerca de la catedral.
En interior del restaurante resultaba bastante acogedor.
El precio del menú puede variar entre 8.5 y 13,50 € dependiendo de lo completo que lo quisieras (sólo el primer plato con bebida, o primero y segundo y con posibilidad de postre). Yo pedí el menú completo, con 3 primeros, un segundo, postre y bebida.
Entre mi novio y yo, nos pedimos de primero: croquetas caseras, unos pimientos rellenos que estaban espectaculares, una coquina de queso muy buena y uns fideus a la casola (muy parecido a la fideuá). A parte de la buena pinta que tiene, estaba todo buenísimo.
Luego vinieron los segundos: arroz negro y xurrasco. El arroz negro estaba bastante bueno y suave. El xurrasco no lo probé, pero a mi acompañante le resultó decepcionante y sin mucho sabor. Una lástima que los segundos platos no estuvieran a la altura de los primeros.
Finalmente, de postre pedimos un flan de requesón y un helado de vainilla. Postres simples y de toda la vida, pero que estaban buenísimos.
Como conclusión diré que el ambiente y el trato fue muy bueno, igual que los primeros y los postres. Lo único que falló en esta velada fueron los segundos platos. Aunque en general, la experiencia fue bastante buena.
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