viernes, 6 de diciembre de 2013

Tarta de chocolate vegana

Hace tiempo que no escribo, ¡y es que no tengo tiempo! Y por eso aprovecho el ratico de antes de dormir para escribir una receta que encontré y me encantó. 

Hace un par de meses una amiga nos recomendó a mi novio y a mí que hiciéramos una dieta vegana (y libre de fritos y de alcohol) durante una semana para limpiar un poco nuestro organismo después de varios días de excesivo exceso, de los cuales no me arrepiento todavía ni lo haré mientras tenga buena salud.

Así que para hacer el menú vegano lo mas agradable y pasajero posible, empecé a buscar recetas de postres veganos (no se vivir sin dulces ni una sola semana)  hasta que me encontré con esta tarta de chocolate. En este blog utilizan como medidas métricas la "taza" y la "cuchara",  y puede resultar peligroso, porque la primera vez que hice esta tarta utilicé una taza de 330 ml de volumen, por lo que el bizcocho que me salió fue desmesuradamente grande y tuve que congelar más de la mitad (¡Menos mal que se queda igual después de descongelar!). Pero también eso me pasa por no pensar bien las cosas, carecer de previsión y por vivir a medio camino de la tierra y la luna. Una persona normal se hubiera dado cuenta que usando la taza más grande que tenía a mano, previsiblemente, el bizcocho saldría de un tamaño monstruoso.

Una vez aprendida la lección, utilicé una taza de 200 ml y me salió una tarta de tamaño razonable. Ahora explicaré cómo la hice yo, ya que había ingredientes que no tenía, y otros que veía innecesarios utilizar en mi caso:


Ingredientes:
2 y 1/4 de tazas de Agua caliente
3/4 de taza de aceite de girasol
2 tazas de azúcar moreno
3 tazas de harina para bizcocho de hacendado
1/2 taza de Cacao puro en polvo Valor.
Una cucharadita de levadura en polvo (añadir más levadura si se usa harina normal)
Media cucharadita de sal
2 cucharadas de vinagre blanco
1 cucharada de café soluble (yo no le puse porque no tenía)
2 cucharadas de esencia de vainilla  (si no tenéis, siempre podéis usar el azúcar avainillado)

Preparación:
Primero de todo, precalentar el horno a unos 180ºC, y si es necesario, untar el molde con margarina para que no se pegue.

Seguidamente tamizar la harina, con el cacao en polvo, la levadura y la sal y añadir el azúcar moreno.

En otro recipiente mezclar todos los componentes húmedos (agua, aceite, vinagre y esencia de vainilla), y después añadir los ingredientes secos, y mezclar hasta que quede una pasta homogénea.

A continuación sólo queda verter la mezcla en un molde, y luego meterlo en el horno durante unos 45 minutos aproximadamente, o hasta que al pincharlo con un cuchillo o pincho, este salga completamente limpio.

Una vez se ha enfriado, sólo queda desmoldarlo y decorarlo al gusto.



A mi, estas tartas no me quedan muy presentables, ya que no tengo moldes con formas chulas ni nada (tampoco se me da bien la decoración, para qué nos vamos a engañar). Pero lo importante es que salga buena, y sinceramente, esta tarta es una p*t* droga, con perdón por la expresión tan soez utilizada.

Otra cosa que me encanta de esta tarta, es que lo puede comer tanto los intolerantes al huevo como a la lactosa, que los pobrecillos lo tienen difícil para comer gran cantidad de postres.
También es una receta ideal para los veganos, ya que no se usan alimentos de origen animal. En fin, una receta para toda la familia, por muy dispar que sea.

Así que os animo a todos a hacerla, y a que engordéis conmigo.

¡Hasta otra!

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