martes, 29 de octubre de 2013

Tarta de manzana


Después de un verano de tapas, helados y horchatas, llega un otoño lleno de dulce arrepentimiento. Por eso mismo, hace un par de semanas que decidí hacer dieta (simplemente huir de los fritos y los dulces, nada especial).
Y es en esos momentos en los que tomo esas decisiones, cuando se enciende un interruptor en mi cabeza  que activa una vocecilla que me dice: "¿Y si hago una tarta? ¿Una tarta de chocolate?¿O mejor dos kilos de galletas? Mmm...no se si con dos bandejas de bombones habrá suficiente para dos personas..."

Y esa es la historia de mi vida. Pero he escrito este rollo para introducir la receta de la tarta de manzana que hice ayer, el octavo día de la dieta.

Ingredientes:
1 vaso de harina (150 gr aprox)
1 vaso de azúcar (250 gr aprox)
3 huevos
3 cucharadas soperas de mantequilla
2 o 3 manzanas cortadas en láminas finas
1 sobre de levadura en polvo
Mermelada ( preferiblemente de melocotón, albaricoque o naranja)

Preparación:
Pelar las manzanas y cortarlas en láminas muy finas y reservarlas.
Añadir en un bol los tres huevos con la levadura y la mantequilla derretida y batir muy bien. Seguidamente se añade el vaso de harina,y se continua batiendo. Después, añadir el azúcar y volver a batir hasta obtener una masa uniforme.

En un molde previamente untado con mantequilla, verter la mitad de la masa. Seguidamente, cubrir con una capa de manzana. Echar el resto de masa. Por último, cubrir la capa superficial con manzana, de manera que quede bonita y lo más presentable posible.

Precalentar el horno a 200 ºC . Poner la tarta en el horno a unos 170 ºC hasta que se dore la parte de arriba. Tardará aproximadamente 30-40 minutos, todo dependerá del tipo de horno que tengais.
Una vez la tarta esté dorada por arriba, hay que aplicar una fina capa de mermelada en la superficie y meterlo otra vez en el horno durante 5 minutos.

¡Y lista para comer!




Cuando aprendí a hacer esta tarta, tenía un horno eléctrico, y me salía perfecta. Pero cada vez que me cambiaba de horno, tenía que aprender otra vez a hacerla, ya que los tiempos de horneado y la potencia nunca era la misma.

Y hace un par de meses, que me cambié de piso, y con el piso venía un nuevo horno, pero esta vez de gas. Todavía no lo controlo muy bien, y para que me saliera bien esta tarta he tenido que hacerla tres veces. La primera vez se me quemó por debajo y se quedó cruda por arriba, ofreciendo un aspecto más que lamentable.

Ahora por suerte, he conseguido cogerle el punto al horno de gas:
Primero se ha de precalentar durante 10-15 minutos a fuego máximo. Una vez vez esté caliente, bajar al mínimo y meter la tarta. fui a comprobarlo cada 10 minutos, pero a los 40 ya estaba casi hecha. La puse al grill otros cinco minutos para que la parte de arriba se hiciera bien. Añadí la mermelada y lo dejé dentro otros cinco minutos. En total casi una hora cocinándose.

Y bueno, eso es todo.
¡Qué aproveche!


PD: Creo que seguiré haciendo dieta bastante tiempo, así que seguramente acabe subiendo recetas hipercalóricas semalmente.

martes, 22 de octubre de 2013

Porque " The winter is coming".

Estamos en octubre y empieza a hacer rasca. No hay mejor momento que este para sacar las agujas y la lana, y empezar a hacer bufandas, gorros o cualquier cosa que abrigue para no pasar frío en invierno.

Y este octubre me ha tocado hacer un chal. Me encantan los chales, son como las bufandas pero en guay, con clase. Lo malo es que llevan bastante trabajo, sobre todo si el patrón es complicado. Pero esta vez, y para variar, me he decantado por un chal muy sencillo, sin complicaciones. Hasta me he permitido relajarme mientras tejía, algo inusual ya que siempre estoy en tensión, concentrada y blasfemando mientras voy descifrando lo que diantres quieren decir las instrucciones e intento no equivocarme. La verdad es que soy de ese ínfimo porcentaje de personas que no se relajan tejiendo. Será por mi obsesión, desde que aprendí a tejer, de querer hacer siempre las labores más complicadas y en el menor tiempo posible.

El patrón lo he sacado de Ravelry y se llama 22.5 Degrees. Podéis acceder a él por aquí . Como la primera vez que hice este chal y tal como me indicó una amiga, he utilizado dos ovillos de lana de la marca Katia "Azteca", y así me ha quedado:



Bonito, fácil y muy abrigado. Me encantaría ponérmelo y llevarlo este invierno, pero resulta que es un regalo para una amiga. La verdad es que pocas cosas de las que hago suelen ser para mí, y las que si me quedo, siempre se las acaba agenciando mi madre. 

No sé cómo lo hace.


martes, 15 de octubre de 2013

El Petit Bangkok

¡Buenos días! Se que últimamente escribo bastante menos, pero es que no tengo tiempo, y cuando lo tengo me entra una perrería que no es ni normal. Hoy que no tengo nada que hacer en todo el día, he conseguido vencer a mi vagancia para escribir un ratejo.

Hoy voy a hablar de un sitio al que fui a comer hace poco: El Petit Bangkok . 
Se trata de un restaurante Tailandés, de Barcelona, situado cerca de las paradas de Lesseps y Fontana, concretamente en el Carrer Vallirana 29.

Anteriormente este restaurante se encontraba en un local mucho más pequeño. Hace poco que se traspasaron a este otro mucho más grande, con un mayor aforo. De todas formas, se recomienda siempre reservar mesa, porque si no os quedareis sin comer.





La carta, se basa principalmente en entrantes, platos cocinados al Wok, platos con curry, pasta y arroces. Como mi acompañante y yo teníamos hambre (como siempre), pedimos dos entrantes y dos platos principales para compartir.

Los dos entrantes que pedimos fueron unas bolitas de arroz rellenas de huevo de codorniz, muy buenas y crujientes. La mala leche de este plato es que pusieron tres bolas para dos personas, por lo que hubo una intensa y sangrienta disputa por quien se quedaba la tercera bola. 
El segundo entrante eran unos rollitos picantones de verdura y pato que tenían un sabor muy fresco, porque llevaban menta.




Después llegaron los segundos. Pedimos un wok de verduras y cebolla caramelizada con pollo, que recomiendo encarecidamente y un curry verde con ternera. Este último plato estaba bueno (no tanto como el otro) pero no es recomendable pedir curry verde a no ser que os guste el picante, porque picaba muchísimo el condenao.


Y esto fue todo. Al final no pedimos postre, porque no nos apetecía, pero al ver la carta me sorprendió que el precio de los postres no era nada caro, lo contrario de lo que suele ocurrir en cualquier otro restaurante.

Como apunte final y resumen, decir que comimos muy bien, tanto por la calidad de la comida como por el buen trato de los trabajadores y los dueños, y que el precio es bastante coherente. Una comida o cena puede salir por 15-20 € por persona y no te quedas con hambre.

Así que ya sabéis, si os apetece probar la comida tailandesa y descubrir sabores diferentes, no dudéis en pasaros por El petit Bangkok.


Hasta pronto!

miércoles, 2 de octubre de 2013

Taber

En el barrio de Can Vidalet, en L'hospitalet del Llobregat, muy cerca del metro, podemos encontrar un bar - restaurante que sirve una mezcla de comida mediterránea y gallega, como pizzas, paella, torrons, pulpo a la gallega, torradas de carne...
Hace tiempo que unos amigos nos lo recomendaron y cómo el otro día no estaba muy inspirada para cocinar, decidí ir.
Cómo se puede ver en las fotos, la entrada muy sencilla y carece de rótulo. E el interior todos los muebles son de madera y las paredes de piedra sin mucha decoración.. Todo muy rústico.








En esta ocasión fui con ganas de probar las pizzas caseras, al gusto de quien lo pida, en las que cada persona elige los ingredientes que quiere. Nosotros elegimos una de cuatro quesos y otra de carne, bacon, salami y pimiento.
Al tratarse  de pizzas completamente caseras, tardaron bastante en traérnoslas, 20-25 minutos. Cómo ya nos habían avisado de que suelen tardar en servir, nos lo tomamos con calma y mientras nos entretuvimos con un vino turbio demasiado peligroso por la facilidad con la que entraba.

 Y al ratito, vinieron las pizzas:



A parte de la muy buena pinta que tienen las condenadas, están geniales ya que se nota que la masa es casera y la mezcla es abundante y con buen sabor. También, al elegir uno mismo los ingredientes, es fácil acertar y que te traigan algo que te guste. Aunque por otra parte, a la gente tremendamente indecisa como yo, la elección resulta muy dificil y paso mucho tiempo pensando qué ingrediente pegaría con cuál, y acabo inspirándome en alguna especialidad de pizzerias conocidas.

Respecto al precio, lo veo bastante razonable, 9 euros cada pizza.
En total, para dos personas, dos pizzas y una botella de vino turbio (5,5 € la botella) sale por 23€ la comida o la cena, acabando más que saciado y contento. Por lo que, para aquellos que se den una vuelta por Hospitalet, recomiendo que se pasen, entren y tomen algo.

Un saludo.